El 26 de agosto de 2015, salió de Arjangelsk para su 63º viaje el buque de investigación científica del Instituto de Oceanología BIC “Akademik Mstislav Keldysh”.
En el bordo del buque los colaboradores científicos realizaron investigaciones en varias esferas de ciencia. Con ayuda de aparatos especiales se realizó el estudio del fondo del mar. Los experimentos se realizaban tanto en el mar abierto como en el arghipiélago de Nueva Zembla. [En esta expedición] a los científicos les esperaba el encuentro con el severo Artico y sus habitantes. Nikolay Andreevich Rimskiy-Korsakov, doctor en ciencias técnicas, jefe del Laboratorio de Hidrolocación del fondo, vice-director del Instituto de Oceanología P.P.Shirshov, dice: “La expedición del año 2015 en el mar de Kara salió de Arjángelsk y tuvo por objetivo el estudio de la ecología del mar de Kara y también estudios ecológicos y, ante todo, los de recursos, en el mar de Láptev.
Las tareas del grupo de colaboradores que trabajaba directamente por el contrato estatal del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia, consistían en precizar la localización de objetos de potencial peligro, concretamente el entierro de desechos radioactivos duros en los golfos de la Nueva Zembla y en la depresión de la Nueva Zembla, estudio de estos objetos, definición del fondo radioactivo en el territorio contiguo. En este contexto una de las principales tareas es el control de barreras de protección que separan una sustancia radioactiva del ambiente. La tecnología del estudio de objetos submarinos de peligro potencial,y no sólo radioactivo, sino también químico, incluye varias etapas.
Los trabajos de la primera etapa se realizan en caso que la localización del objeto no sea precisamente conocido, sino se conoce la zona eproximada, según los datos del archivo. En este caso se utiliza la hidrolocalización. Y, ante todo, los radares acústicos submarinos de vista lateral – para la detección de tales objetos y precisión de su localización. En nuestra expedición se logro confirmar dos tales lugares de entierro de depósitos radioactivos duros en forma de contenedores en el golfo de Sedov y en el golfo de Og.
Después de identificar el objeto sigue la etapa de valoración del grado de su peligro, es decir se realizan mediciones con el uso de espectrómetros gamma – [así] se determina el peligro de radiación. Los espectrómetros gamma subacuáticos se instalan en los aparatos con telemando y se lleva una medición orientada hacia el objeto. Se uso el método de toma de muestras de terreno alrededor del objeto, lo que permite estudiar el grado de contaminación de las partes del fondo adyacentes a los objetos.
Uno de los métodos de control del estado del fondo radioactivo al lado de los objetos es [el uso de] dispositivos autónomos de monitoreo subacuático de radiación – DAMSR. Estos dispositivos en forma de boya semihundida se instalan al lado del objeto de peligro potencial y, durante un período prolongado (como regla general, de un año), llevan el control de fondo de radiación al lado de los objetos. Nuestra expedición tuvo que realizar el levantamiento de tres tales dispositivos que fueron instalados en 2013 [en el curso de otra] expedición de investigación científica nuestra en el buque “Professor Shtokman”. Las boyas fueron levantadas con bastante exito. Con esto se usaban todos los medios: tanto la lancha, como el aparato teleguiado y el buque mismo. Todo esto nos permitió levantar las boyas sin averías, transportarlas a Moscú y entregarlas al Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia.
Además del estudio de objetos subacuáticos, durante la expedición se llevaba la observación del fondo de radicación en la costa: se realizaban desembarcos de los colaboradores a la costa donde hacían levantamientos radiológicos que también detectó el estado satisfactorio de la situación radioactiva. ¿Qué podemos decir sobre los resultados de los estudios? En ninguna parte en los golfos que estudiamos en los lugares visitados no se detectó el exceso del fondo de radiación. En general se puede decir, que la situación radioactiva en los golfos de la Nueva Zembla y en la depresión de Nueva Zembla es satisfaciente. No fue detectada influencia de los objetos hundidos con desechos radioactivos duros sobre el sistema ecológico de la región.
Es agradable que, además de los trabajos rutinarios de control y medición de radiación, logramos hacer, a su manera, pequeños descubrimientos, entre los cuales identificar los buques hundidos en la depresión de Nueva Zembla y comprobar los entierros en los golfos de Sedov y Og”.